Doce Pasos y Doce Tradiciones
Los Doce Pasos y las Doce Tradiciones son el núcleo filosófico y práctico de Alcohólicos Anónimos (A.A.). Estas dos estructuras guían tanto el proceso de recuperación personal de los miembros, como la forma en que los grupos de A.A. operan y se mantienen saludables. A continuación, te explico en detalle ambos.
Doce pasos
Los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos son un camino espiritual que ha ayudado a millones de personas a liberarse del alcoholismo. A través de un proceso personal de honestidad, reflexión, aceptación, reparación de daños y conexión con un poder superior, los pasos ofrecen una nueva forma de vivir. Más allá de dejar de beber, los pasos ayudan a transformar la vida interior de la persona, sanar relaciones y encontrar paz emocional.
No solo han sido efectivos para alcohólicos, sino que también muchas personas los han aplicado en otras áreas de sus vidas como un método de crecimiento personal y espiritual. Son una guía para construir una vida íntegra, útil y feliz.
Expandir Los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos:
Primer Paso
“Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables.”
Aceptar nuestra derrota ante el alcohol fue el primer paso hacia la libertad. Reconocer que solos no podíamos nos permitió empezar un camino de cambio.
Segundo Paso
“Llegamos a creer que un Poder superior a nosotros mismos podía devolvernos el sano juicio.”
Abrimos nuestra mente a la posibilidad de una fuerza mayor que pudiera ayudarnos a recuperar la claridad y el equilibrio perdidos.
Tercer Paso
“Decidimos poner nuestras voluntades y nuestras vidas al cuidado de Dios, como nosotros lo concebimos.”
Confiamos en ese Poder Superior y dimos un paso decisivo: dejar de luchar solos y comenzar a vivir guiados por algo más grande que nosotros mismos.
Cuarto Paso
“Sin temor hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos.”
Nos miramos por dentro con honestidad para identificar nuestras fortalezas, debilidades y todo aquello que necesitaba ser transformado.
Quinto Paso
“Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos, y ante otro ser humano, la naturaleza exacta de nuestros defectos.”
Al compartir con otro lo que descubrimos de nosotros mismos, comenzamos a romper el aislamiento y a construir una nueva relación con la vida.
Sexto Paso
“Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios nos librase de todos estos defectos de carácter.”
Nos preparamos para el cambio con humildad, reconociendo que no podíamos hacerlo solos y que nuestra buena disposición era esencial.
Séptimo Paso
“Humildemente le pedimos que nos librase de nuestros defectos.”
Con sincera humildad, pedimos ayuda para dejar atrás lo que nos hacía daño y seguir creciendo espiritualmente.
Octavo Paso
“Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos ofendido y estuvimos dispuestos a reparar el daño que les causamos.”
Reflexionamos sobre nuestras relaciones pasadas y nos dispusimos a sanar el daño que dejamos atrás.
Noveno Paso
“Reparamos directamente a cuantos nos fue posible el daño causado, excepto cuando el hacerlo implicaba perjuicio para ellos o para otros.”
Con valor y responsabilidad, buscamos enmendar nuestros errores del pasado, cuidando de no causar más daño.
Décimo Paso
“Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocábamos lo admitíamos inmediatamente.”
Aprendimos a revisar nuestras acciones cada día, corrigiendo lo necesario y manteniéndonos en equilibrio emocional.
Undécimo Paso
“Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con Dios, como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente que nos diese el conocimiento de su voluntad para con nosotros y la fuerza para cumplirla.”
Fortalecimos nuestra conexión espiritual para vivir guiados con mayor claridad, serenidad y propósito.
Duodécimo Paso
“Habiendo obtenido un despertar espiritual como resultado de estos pasos, tratamos de llevar el mensaje a otros alcohólicos y de practicar estos principios en todos nuestros asuntos.”
Al transformar nuestras vidas, compartimos el mensaje con otros y buscamos aplicar lo aprendido en cada aspecto de nuestra vida diaria.
Doce tradiciones
Las Doce Tradiciones son los principios que sostienen el funcionamiento de Alcohólicos Anónimos como comunidad. Nacieron de la experiencia vivida durante el crecimiento de A.A. y se enfocan en preservar su unidad, su servicio desinteresado y su apertura para todos los que buscan ayuda.
Estas tradiciones enseñan cómo mantenerse unidos sin jerarquías, cómo manejar los recursos con responsabilidad y cómo proteger el anonimato. También explican por qué A.A. no se involucra en controversias ni acepta aportes externos. Gracias a estas tradiciones, A.A. ha podido mantenerse fuerte, libre y útil para quienes aún sufren por el alcoholismo.
Expandir Las Doce Tradiciones de Alcohólicos Anónimos:
Primera Tradición
«Nuestro bienestar común debe tener la preferencia; la recuperación personal depende de la unidad de A.A.»
Nuestra sobriedad se sostiene en la unidad. Juntos somos más fuertes y cada uno de nosotros se beneficia cuando el grupo está unido.
Segunda Tradición
«Para el propósito de nuestro grupo solo existe una autoridad fundamental: un Dios amoroso tal como se exprese en la conciencia de nuestro grupo. Nuestros líderes no son más que servidores de confianza. No gobiernan.»
En A.A., las decisiones se toman colectivamente. No hay jefes, solo servidores guiados por una conciencia grupal inspirada en un poder superior.
Tercera Tradición
«El único requisito para ser miembro de A.A. es querer dejar de beber.»
Nadie queda fuera. A.A. abre las puertas a todo aquel que desee dejar el alcohol, sin condiciones ni filtros.
Cuarta Tradición
«Cada grupo debe ser autónomo, excepto en asuntos que afecten a otros grupos o a A.A. considerado como un todo.»
Cada grupo puede tomar sus propias decisiones, siempre y cuando no perjudiquen a la comunidad de A.A. en general.
Quinta Tradición
«Cada grupo tiene un solo objetivo primordial: llevar el mensaje al alcohólico que aún está sufriendo.»
Nuestra misión es clara: ayudar al alcohólico que todavía sufre compartiendo lo que hemos aprendido.
Sexta Tradición
«Un grupo de A.A. nunca debe respaldar, financiar o prestar el nombre de A.A. a ninguna entidad allegada o empresa ajena, para evitar que los problemas de dinero, propiedad y prestigio nos desvíen de nuestro objetivo primordial.»
Para mantenernos enfocados, A.A. no se involucra con otras organizaciones ni respalda proyectos externos.
Séptima Tradición
«Todo grupo de A.A. debe mantenerse completamente a sí mismo, negándose a recibir contribuciones de afuera.»
Nos sostenemos con nuestras propias contribuciones. Así protegemos nuestra independencia y responsabilidad compartida.
Octava Tradición
«A.A. nunca tendrá carácter profesional, pero nuestros centros de servicio pueden emplear trabajadores especiales.»
El mensaje se transmite de manera voluntaria, pero es válido contratar personal para tareas administrativas y logísticas.
Novena Tradición
«A.A. como tal nunca debe ser organizada; pero podemos crear juntas o comités de servicio que sean directamente responsables ante aquellos a quienes sirven.»
No hay jerarquías. Creamos comités de servicio que ayudan y rinden cuentas a los miembros que representan.
Décima Tradición
«Alcohólicos Anónimos no tiene opinión acerca de asuntos ajenos a sus actividades; por consiguiente, su nombre nunca debe mezclarse en polémicas públicas.»
Nos mantenemos al margen de debates externos. Nuestra única preocupación es ayudar al alcohólico que busca recuperación.
Undécima Tradición
«Nuestra política de relaciones públicas se basa más bien en la atracción que en la promoción; necesitamos mantener siempre nuestro anonimato personal ante la prensa, la radio y el cine.»
A.A. se da a conocer por sus resultados, no por la fama. La imagen pública del miembro se mantiene anónima.
Duodécima Tradición
«El anonimato es la base espiritual de todas nuestras Tradiciones, recordándonos siempre anteponer los principios a las personalidades.»
El anonimato nos recuerda que lo importante son los principios, no los nombres. Es un acto de humildad y respeto.
La relación entre los 12 Pasos y las 12 Tradiciones
Los Doce Pasos guían el crecimiento individual y la recuperación, mientras que las Doce Tradiciones aseguran que la organización de A.A. funcione de manera eficaz y sin desviarse de su propósito. Ambas estructuras son esenciales para el éxito y la longevidad del movimiento de A.A.
